La Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas, comenzó la actualización del balance hídrico nacional, siendo la cuenca del río Aysén una de las primeras en ser estudiada. Así lo dio a conocer el SEREMI de Obras Públicas en la región de Aysén, Marcio Villouta Alvarado, quien señaló que “el Estudio constituirá una herramienta a nivel país y regional para apoyar la toma decisiones de largo plazo en materia de recursos hídricos y definir políticas de planificación del territorio y el desarrollo de distintos tipos de actividad que requieren del agua como principal insumo”.
Giovanna Gómez, Directora Regional de Aguas, explicó que “en una primera fase se elaborará una metodología que permita la estimación del balance hídrico a escala de cuenca, es decir, en base al agua que entra y sale al sistema hídrico y su variación con el volumen almacenado, lo que ocurre en distintos compartimientos de la cuenca, tales como acuíferos, glaciares o cuerpos de agua”.
Además de la cuenca del río Aysén, otras cuatro cuencas serán objeto del estudio, como son el río Loa en la región de Antofagasta, río Choapa en la región de Coquimbo, río Maipo en la región Metropolitana y río Imperial en la región de La Araucanía. Posteriormente, se extenderá al resto de cuencas, hasta cubrir las 101 existentes en el país. La región de Aysén tiene 9 cuencas, siendo las de mayor tamaño las cuencas del río Aysén y del río Baker.
A cargo de la elaboración del estudio están la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile en unión con la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile, instituciones que tendrán que analizar la información disponible de la red hidrometeorológica regional, ver qué datos faltan y elaborar la metodología para el cálculo del balance, y posteriormente aplicarla en las cuencas. “Junto con el análisis de la información hidrometorológica existente, se emplearán nuevas tecnologías, como la técnica de percepción remota, que permite la obtención de información de un lugar geográfico sin hacer contacto físico, para lo cual se utiliza información levantada por medio de sensores instalados en satélites”, detalló la Directora Regional de Aguas.
Gómez indicó que los resultados de este nuevo balance, que considera una estadística de los últimos 30 años, podrán ser comparados con el balance hídrico de 1987, el cual abarcó datos entre 1951 y 1980. “Esto permitirá tener una mirada global de los impactos del cambio climático, posibles alteraciones en los regímenes de escurrimiento de ríos o en los patrones de distribución espacial y temporal de lluvias y temperatura”, agregó.